Horacio Rodríguez Larreta fue a la Legislatura a dar el informe de gestión que tiene que dar por ley una vez por semestre y habló como candidato a jefe de gobierno.

El jefe de gabinete porteño llegó al Palacio legislativo pasado el mediodía y comenzó a detallar los principales puntos de la gestión del PRO a las 13.30, rodeado en todo momento de sus dos principales asesores técnicos, Franco Moccia y Marcela Basterra, a quien intentó colar más de una vez en la lista de legisladores.

Durante una hora entera, Larreta leyó 45 páginas de un documento en el que nombró a Mauricio Macri una sola vez, al final del discurso.

Es que el funcionario quiere suceder al inventor del PRO en la Ciudad y no habló con el habitual cassette de los dirigentes del partido amarillo, acostumbrados a utilizar latiguillos para contar lo que hizo o lo que va a hacer “Mauricio”.

Lo primero que hizo Larreta, que antes de concurrir al recinto recibió 1200 preguntas por parte de los legisladores, fue destacar la buena sintonía a la que arribaron la Ciudad y el gobierno de Cristina Kirchner.

“Trabajando juntos logramos por ejemplo que miles de porteños y bonaerenses ganen mucho tiempo gracias a la finalización de la Autopista Illia”, aseguró el funcionario, que confirmó que tienen “varios temas más en marcha” que avanzarán incluso cuando Macri deje la jefatura de gobierno. “Por ejemplo les confirmo que estamos avanzando en la Autopista Ribereña”, aseguró Larreta, confirmando una primicia de LPO.

El jefe de gabinete no tuvo sobresaltos durante la exposición y se encargó de pedirles a los legisladores que utilizaran "esta oportunidad para acercar críticas constructivas, sugerencias, proyectos e ideas que desde el Ejecutivo no hayamos visto, con el fin de seguir mejorando".

"Por el contrario, podemos decidir usarlo para hacer un contrapunto mediático que sólo va a servir para que mañana los diarios titulen, `Fuertes cruces en la Legislatura de la Ciudad´, o algo por el estilo", advirtió el funcionario, que iba a exponer la semana pasada pero debió postergar el informe porque la Legislatura se quedó sin agua.

El clima de la sesión especial no fue hostil, pese a algunos gritos que provinieron del palco de asesores de la oposición, y los legisladores opositores se tomaron más de dos horas para repreguntar tras el discurso de Larreta, que luego volvió a responder tras un prolongado cuarto intermedio.

El funcionario evadió sugestivamente una pregunta que le hizo la jefa de bloque K, Gabriela Alegre, que le pidió precisiones sobre el calendario electoral de la Ciudad para el año que viene. Larreta evitó responder si Macri unificará las elecciones porteñas con las nacionales. Si el jefe de gobierno no envía la ley para unificar los comicios, los porteños deberán votar seis veces  2015 e incluso durante el verano.

Curiosamente, el único grito que debió soportar el jefe de gabinete fue del vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, que lo retó por dirigirse directamente a los legisladores en vez de hablarle a la presidencia como indica el reglamento. Ritondo estuvo ausente durante casi toda la sesión que presidió en mayor medida la vicejefa María Eugenia Vidal.